INTRODUCCION
Buen día, amados hermanos, amigos, vecinos, conocidos y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Hiciste bien” del hacer, hiciste bien. Estamos utilizando en el Nuevo Testamento del libro de Mateo 25:21 y dice así: ”Su Señor, le respondió. Hiciste bien. Siervo, bueno y fiel. En lo poco has sido fiel, te pondré a cargo de muchos más. Ven a compartir la felicidad de tu Señor.”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria, santificado sea tu nombre en esta hora. Te damos gracias por la vida, gracias por tu palabra Señor, que nos instruye, nos redarguye, nos ayuda Señor, en nuestro vivir en nuestros quehaceres, en pensamiento nos ilustra.
De manera tal que nosotros vivimos con tu palabra. Tratando de ser lo más obediente posible, Padre. Y en medio de esa vivencia tenemos luchas, Padre, tenemos situaciones especiales, pero tu palabra que nos instruye y nos dice que tú eres eterno, que tú eres fiel, tu fidelidad con nosotros, que tenemos el Espíritu Santo y por ello Señor, te damos las gracias en esta hora.
Señor bendice, Señor, quienes estén escuchando esta palabra corta, pero que profundiza nuestro corazón y nos ayuda a vivir en espíritu y en verdad, Señor, en el nombre de Jesús, gracias, gracias. Amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. Estas fueron las palabras del Señor Jesucristo al explicar el final de los justos. ¿Hiciste bien? Esto nos lleva a la reflexión acerca de qué cosas hemos hecho bien y qué otras no. También está frase se refiere al resumen de todas las cosas, al balance general de todo lo hecho.
Aunque no somos salvos por obras, son ellas mismas las que dan evidencia de una verdadera conversión. Estas palabras son pocas para los siervos del Señor, quienes en lo poco hicieron lo que había de hacer, Él le promete lo mucho.
Amigo y hermano. ¿Haces bien! Es lo que queremos oír de Dios al actuar. Esto lleva a otra pregunta. ¿Estoy haciendo bien en el día de hoy en el ahora? ¿Soy un verdadero siervo del Señor? ¿Me gustaría entrar en el gozo del Señor? ¿Me estoy imaginando a Dios, aplaudiendo la entrada de un justo a su reino? ¿También lo veo feliz al decirle que es fiel y que tiene una promesa para él?
Al final del camino, estas palabras dichas por Dios a sus fieles seguidores son una expresión de victoria y la puerta de entrada a la eternidad. En este día hoy escucha a Dios, obedécele, vive para él y háblales a otros de Cristo. El tiempo se acaba, es efímero y la vida se va. Aprovecha tus días antes de que los días te aprovechen a ti. El Señor bendiga tu día hasta luego.