INTRODUCCION
Buen día, amados hermanos, vecinos, amigos, conocidos. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Esfuérzate.” Y la encontramos en Hageo 2:4 y dice así: ”Pero ahora, Zorobabel, esfuérzate, declara el Señor; esfuérzate tú también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y esforzaos todos vosotros, pueblo todo de la tierra, declara el Señor, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, declara el Señor de los ejércitos.”
ORACION
Oremos hermanos. Padre de la gloria, Padre eterno, Padre de la misericordia, del perdón, del amor. Queremos darte gracias por tus bendiciones cada día en nuestras vidas. El respirar, el oxígeno, el poder conversar contigo, privilegio de nosotros, tus hijos.
Y conocer los secretos de nuestra relación contigo, que has revelado nuestras vidas. Que en este tiempo moras en nosotros el Espíritu Santo y el Señor Jesucristo en nuestros corazones gracias. Santificado seas Señor, santificado, sea nuestro esfuerzo delante de ti aceptable Padre Santo.
Nos encomendamos a ti en tus múltiples misericordias y con gran gozo te damos de corazón nuestras gracias en el nombre de Jesús. Amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. ¿Qué vemos en el panorama? En este pasaje de las escrituras leemos como el Señor le dice a Zorobabel que le ponga empeño a la obra que debía realizar en su época. Él debía trabajar en la reconstrucción del templo de Dios.
El Señor hace un llamado a todos para que den lo mejor de sí. Al gobernador, al sacerdote y al pueblo. Es un trabajo de unidad, es un trabajo de todos. Para lograr cosas grandes se necesita actuar con un corazón grande y una visión clara, pero también con el mayor esfuerzo posible y todo esto con la ayuda del Señor.
La palabra que se repite es esfuérzate, en otras palabras, ponle ganas. Muchas veces el ser humano hace las cosas con desgano y los resultados son los mismos. Si no te esfuerzas, no esperes recibir lo mejor. Para que el templo se viera majestuoso necesitaba tener trabajadores majestuosos.
Amigo y hermano. La vida es muy linda, pero para lograr que las cosas sucedan, debemos poner todo en las manos de Dios. El profeta Hageo le decía al pueblo que Dios estaba con ellos. Y eso era una garantía para terminar la obra y hacerlo de la mejor manera. ¿Mi pregunta es, cuando tú emprendes algo lo haces con el mejor empeño? ¿O solo haces lo que es necesario hacer?
Todas las personas que se han esforzado en las cosas buenas, en todas las cosas buenas que hacen, pueden contar en el futuro la satisfacción que hay de los resultados que vienen. Así que vamos, sonríe y haz lo que tienes que hacer para la gloria del Señor. El Señor bendiga tu día hasta luego.