introduccion
Buen día, amados hermanos, bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy la meditación la hemos titulado: “Lo que añadió Pedro.” Y estamos utilizando en el Nuevo Testamento el texto, en el libro de 2 Pedro 1:6-7, que dicen así: ”Al conocimiento, dominio propio. Al dominio propio, paciencia. A la paciencia, piedad. A la piedad afecto fraternal. Y al afecto fraternal, amor.”
oracion
Oremos. Padre de la gloria, gracias por tu palabra. Gracias por la vida Señor. Nos encomendamos a ti, Señor, solicitándote Señor, el pan de cada día, sí, Señor, tus bendiciones, sí Padre, la hemos recibido. Pero es que tu misericordia está sobre nosotros, tu amor, perdón.
Por esta palabra que nos inspira Padre. Que nos da certidumbre de nuestra salvación por el conocimiento que tenemos de Jesucristo. Y descubriremos las cualidades que tenemos que ejercer; fe, virtud, conocimiento, dominio propio, paciencia, piedad, afecto fraternal y amor.
Y lograr la naturaleza divina, o sea la salvación, ejercitando nuestro carácter, Señor, lograremos entonces mejorar cada día a través de tu Espíritu Santo, y entonces tendremos la naturaleza divina, o sea, la salvación. Gracias Padre, en el Santo nombre de Jesús, amén, amén y amén.
meditacion
Ok. Esto fue lo que Pedro tuvo que añadirle a su vida para alcanzar la madurez espiritual, en cuanto a su relación con los demás y a su fe. Una de esas cosas era el dominio propio, ya que este hombre era de carácter impulsivo. Y esto le traería muchos problemas en el desempeño de su ministerio, ya que había momentos en la vida que se necesitaría tener el dominio propio.
Amigo y hermano, qué bueno es reconocer sus fallas, en cuanto al carácter caído que podamos tener. Pedro, un humilde pescador y siervo del Señor, reconoce en esta carta, que tuvo que ir aprendiendo en el camino de la madurez a recoger lo bueno que le presentaba la vida.
Con Cristo Pedro aprendió a escuchar, a seguir instrucciones, a depender de Dios, a corregir cosas. Sobre todo, a amar, a pesar de su personalidad. En este día, aprendamos en la escuela del Señor, las grandes virtudes de aquel que nos llevó de las tinieblas a su luz admirable. Y así creceremos en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. El Señor bendiga tu día, hasta luego.