INTRODUCCION
Buen día amados hermanos, amigos, conocidos, y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Mientras ministraban.” Y estamos utilizando el texto en el Nuevo Testamento, en el libro de Hechos 13:2 y dice así: ”Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo, apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado.”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria en el nombre de Jesús, queremos darte gracias, Señor por la vida por tu palabra. Sabiendo que tú eres nuestro Padre eterno, el Dios del amor, del perdón. Te pedimos el perdón de nuestras fallas, de nuestros pecados. Santifícanos en esta hora y restaurados Padre, podemos Señor, ser ministrados por tu Espíritu Santo en Tu palabra.
Dice tu palabra que ministraban el Señor, ayunaban, estaban en santidad, Señor y se manifestó el Espíritu Santo. Así, Señor, que es el espíritu de Dios quien ordena, guía y capacita a los mensajeros del Evangelio.
Te damos gracias, Señor, por este conocimiento, por esta verdad, por este secreto. Dado a nosotros, Señor revelada para todos los tiempos. Señor nuestro guía es el Espíritu Santo, pero necesitamos la santidad. Es necesaria y experimentarla Señor, ayúdanos Señor, a proseguir, Señor, siempre en pensamientos y hecho buscando tu santidad. Señor bendice al grupo participante en el Santo nombre de Jesús, amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. En este pasaje de las escrituras, leemos la palabra ministrando, “leitourguía”, o sea, haciendo ministerio público, cierro paréntesis. La iglesia estaba haciendo la obra. Y en esta acción ayunaban y oraban todos juntos.
Cuando eso ocurría, el Espíritu Santo le habló a la iglesia, y escogió a dos hombres, a Pablo y a Bernabé, para una obra específica. Dios tenía una obra en la vida de ellos. Aunque eran creyentes y activos en la iglesia, el Señor quería que funcionaran.
Muchas veces se puede estar ministrando en la obra del Señor, pero hay que estar claro ¿En qué lugar y en qué función se debe estar? La iglesia debe entender, cuando Dios aparta a un miembro para una obra especial, y no debe resistir el llamado que el Señor le hace a esa persona.
Recordad hermano . Cuando Dios llama a una persona o a otras personas, y Dios lo aparta para obras especiales, no debe resistir la congregación el llamado que el Señor le hace a esa persona.
Amigo y hermano. Después que ocurrió este llamado, le impusieron las manos como símbolo de aprobación. Y fueron despedidos por la Iglesia en Hechos 13:3. Es importante saber que estos hombres fueron enviados por el Espíritu Santo. No fue un impulso emocional, aunque es parte de la humanidad.
Ellos estaban convencidos que Dios estaba detrás de esa decisión. Muchos hombres llamados por el Señor, desde Abraham hasta nuestros días, deben entender cuando son movidos, encomendados y direccionados para la obra de Dios. Entonces debemos entender que la obra no es nuestra, la obra no es nuestra, sino del Señor. Nosotros sólo debemos seguir sus preceptos y mandamientos.
Tal vez tú estás ministrando en este momento, pero no debes desconectarte en oír la voz del Señor. Debes entender que Dios te puede decir, quédate donde estás y sigue sirviendo, o te puede decir te necesito en otro lugar para que hagas la obra encomendada.
Tanto Pablo como Bernabé entendieron que. Dios quien los estaba hablando y por eso se movieron en fe. Que el Señor bendiga todo día hasta luego.