INTRODUCCION
Buen día, amados hermanos, amigos, conocidos y quienes me escuchen. Hoy estamos presentando el tema titulado: “Antes que.” Y estamos utilizando en el Antiguo Testamento, en el libro de Jeremías 1:5. Y dice así: ”Antes que yo te formara en el seno materno te conocí. Y antes que nacieras te consagré. Te puse por profeta a las naciones.”
ORACIÓN
Oremos. Padre de la gloria, santificado sea tu nombre en esta hora, en este día te damos gracias Señor, por nuestras bendiciones, la vida misma Padre y tu palabra que nos redarguye, que nos ayuda a vivir Padre en pensamientos y en hechos.
Santificado sea tu nombre, Señor, si te pedimos Señor en humildad, con fe, Señor y con agradecimiento, la bendición para el grupo participante Padre. En el Santo nombre de Jesús, amén, amén y amén.
MEDITACION
OK. Antes que. En este pasaje de las Escrituras, encontramos como el Señor le recuerda a Jeremías, que todo lo que pueda ver en su vida presente, ya Dios lo conocía. Él ve todo el cuadro completo, Él es el Dios eterno.
Aquí observamos tres palabras puntuales, te conocí, te consagré y te puse por profeta. En todo esto leemos que Dios está actuando en la vida de este hombre. Cada faceta de su vida, Dios la tiene contemplada.
Amigo y hermano. Usted se preguntará, ¿Cuánto me conoce Dios? Y la verdad, cuando leemos te consagré, uno se pregunta, ¿Cómo comenzó esa consagración sin que me percatara?
Él estuvo allí, pero el hombre no lo pudo ver. Y cuando lo logra ver, entonces reconoce que Dios siempre estuvo allí. Y aunque lo cuidó como la madre al niño, su amor se demostró.
Todo en Dios inicia con un antes que él es el primero y el postrero, ni una hoja de un árbol se mueve sin su poder. Si vivimos en la dependencia de Dios diariamente, experimentaremos el gozo de saber que, aunque parezca que todo comenzó hoy, para Dios fue antes.
Que ya en su corazón él pensó en ti. Y en mí. Que esta palabra ya ha sido de bendición para tu vida, que Dios bendiga tu día hasta luego.
