Una fe en acción

Palabra Viva
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Episodio 191: Una fe en acción
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INTRODUCCION

Buen día amados hermanos, amigos conocidos y quienes me escuchen bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy nuestra meditación la estamos titulando: “Una fe en acción” estamos utilizando en el Nuevo Testamento el libro de Hebreos 11:34 y dice así: ”Apagaron fuegos impetuosos, evitaron filo de espada, sacaron fuerzas de debilidad. Se hicieron fuertes en batallas, pusieron en fuga ejércitos extranjeros.”

ORACION

Oremos. Padre de la gloria, santificado sea tu nombre en esta hora te damos gracias por la vida y gracias por tu palabra. Te pedimos, Señor, el perdón de nuestras fallas, nuestros pecados. Restáuranos en esta hora y queremos dedicar Señor siempre la meditación de tu palabra. Para que nos reconstruya en todo Señor nos ayude a vivir de acuerdo a tu voluntad.

Señor, esa palabra de hoy, precisamente observamos en tu palabra a héroes y heroínas de la fe, que son parte de la historia del pueblo de Dios. Ellos fueron probados, tuvieron temores, pero creyeron y triunfaron.

Ahora Padre, nosotros solicitamos en este tiempo, en esta dimensión de nuestra existencia, solicitamos la fortaleza tu amparo en medio de nuestras experiencias y ayudarnos en el desarrollo de nuestra fe, que sea firme y acorazada, constante y de testimonio en todo tiempo. En el nombre de Jesús, Señor bendice todos los que estamos participando, en el nombre de Jesús amén, amén y amén.

MEDITACION

Ok. En este pasaje de las escrituras, podemos ver como la fe de estos hombres pudo registrarse en palabra, para testimonio de las siguientes generaciones. Aquí tenemos a los amigos de Daniel, Mesac, Sadrac y Abed-Nego, siendo liberados del fuego en Daniel 3:25.

Elías escapó de la espada de los escuderos de Jezabel en 2 Reyes 19:3. Josué peleo una gran batalla contra Amelec en Exodo 17:10.  Gedeón con pocos soldados, venció al ejército enemigo, en Jueces 7:16.  Estos son solo algunos ejemplos de vidas de fe.

Amigo y hermano. En todos estos hombres vemos que aun siendo frágiles seres humanos, creyeron lo que Dios les había dicho y actuaron en fe y lograron muchas victorias en el nombre del Señor.

Usted dirá, yo no soy Daniel ni Josué, ni Elías ni los amigos de Daniel ni Gedeón. Es verdad que no lo somos, pero el Dios de ellos sigue siendo nuestro Dios, así que no debemos temer cuando tenemos grandes batallas, él hará la diferencia para su gloria y honra.

En este día amigo, hermano, quien me escuchas, con tus batallas en la mano de Dios y entonces entenderás cómo se manifiesta su poder en tu vida. Que el Señor bendiga tu día hasta luego.