INTRODUCCION
Buen día hermanos, amigos vecinos y quienes me escuchen. Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Y hoy nuestra meditación la hemos titulado: “Jesús lloró”
ORACION
Oremos. Padre de la gloria en el nombre de Jesús queremos darte gracias por la vida, gracias por tu palabra Señor, la palabra que nos muestra el propósito tuyo, Señor con la creación del universo, la creación del hombre Padre Santo a nosotros y en el nombre de Jesús Señor, la vida que diste la vida de Jesucristo.
Y cuando vino Señor, el Dios hecho hombre aquí a través de tu hijo Jesucristo, vemos el amor intrínseco que tenía, el amor por la humanidad y por sus amigos. Y nos daba todas las señales de lo que fue tu hijo. Con los milagros, con las experiencias. Y eso incluye la resurrección de Lázaro Padre. Que es la mayor señal que hace Jesús y demuestra que es el Señor de la vida.
Por ello nosotros te glorificamos, glorificamos tu nombre, Padre, por ese amor y regalo de vida eterna a través de Jesús. Padre Santo pon en nosotros en este corazón de carné como hijos tuyos. Ese amor por otros, en el nombre de Jesús Padre, amén, amén y amén.
MEDITACION
Ok. Y Jesús lloró. Este es uno de los pasajes más cortos de las escrituras junto con uno de los mandamientos, no mataré. En este pasaje leemos acerca de la reacción del Señor al ver el dolor de Marta y María, las hermanas de su amigo Lázaro a quien amaba.
Marta le dijo a Jesús. Si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto, en Juan 11:21. Pero al llegar a María, le dijo lo mismo en Juan 11:32. Esas palabras hicieron estremecer y conmover a Jesús de tal manera que lloró con ellas, y con los judíos que la acompañaban. Esto nos demuestra el amor que le tenía a la familia de Lázaro.
Amigo y hermano cuando oímos acerca de la muerte de un familiar amigo hermano en la fe, esto es muy triste en nuestra humanidad. Pero nos duele ver a otros llorar por un ser querido. Jesús no había perdido un familiar suyo, pero Lázaro era su amigo.
Él dijo a sus discípulos. Nuestro amigo Lázaro duerme, más voy a despertarle. Lázaro, Marta y María, no solo eran amigos de Jesús, sino que los amaba, en Juan 11:5. Los judíos al ver a Jesús llorando con ellos decían, mirad cómo lo amaba en Juan 11:36.
La palabra nos muestra esa parte del amor del Señor, a una familia especial. Él es un ejemplo vivo que es posible amar a una familia y a unos amigos, hasta llorar por ellos cuando se van de nuestro lado.
En esta época tal vez has perdido amigos, familiares, compañeros de trabajo y te ha dolido su pérdida, su partida y has llorado. Bueno, el Señor puede entenderte cuando tú dices que nadie te entiende, el sí te entiende.
Su amor fue tan grande que recuperó a su amigo, aun cuando ya no había esperanza alguna, le dijo con gran voz Lázaro ven fuera y que esta meditación nuestra nos haga fortalecer nuestra fe, la creencia y acercarnos más a nuestro Dios, al Padre, a nuestro Señor Jesucristo y al Espíritu Santo. Que el Señor bendiga tu día hasta luego.
