El Claro de Luna

Palabra Viva
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Episodio 159: El Claro de Luna
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INTRODUCCION

Buen día mis amados hermanos, conocidos y quienes me escuchen, bienvenidos a nuestra comunión con Dios. Hoy la meditación la hemos titulado “El claro de Luna”, y para eso estamos utilizando en el Nuevo Testamento, en el libro de Efesios 5:8-10 y dice así:

”Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz, en el Señor, Andad como hijos de luz, porque el fruto del espíritu es en toda bondad, justicia y verdad, comprobando lo que es agradable al Señor.”

ORACION

Oremos. Padre de la gloria, en el nombre de Jesús, damos gracias por la vida, santificado seas Señor, en esta hora santificamos tu nombre. Y estamos agradecidos porque tu palabra nos redarguye y nos ayuda, Señor, en pensamiento, en hechos Señor, tu palabra nos asegura que ya no estamos en la oscuridad del pecado y de la muerte, sino en la luz de la nueva vida que tenemos en unión con Cristo.

Por ello te damos las gracias y solicitamos el perdón de nuestras fallas, nuestros pecados, y te solicitamos una bendición especial, Señor, sobre todos los oyentes, todos los que están participando de estos devocionales o cápsulas bíblicas en el nombre de Jesús, te damos las gracias. Amén, amén y amén.

MEDITACION

OK. El Claro de Luna, qué bella se ve la luna en el cielo.  Qué dulzura, hermosura y emoción ha producido la luna en la noche de los hombres. Sin embargo, la luna no tiene luz propia. Lo único que hace es reflejar la luz del sol, nos ofrece una luz que no proviene de ella.

¿Que nos evocan esos espléndidos claros de Luna? Amigos creyentes, somos luz en el Señor. ¿De qué luz se trata? Por supuesto, no se trata de una luz propiamente dicha, como la del sol, tampoco es un es una luz intelectual ni una luz de éxito social, ni siquiera proviene de las artes o de la cultura.

La luz de la que habla el Evangelio es luz de la vida. Juan 8:12. Emana del Señor Jesús, quien es luz del mundo. Cuando él vino a la tierra se levantó una nueva luz sobre la humanidad, la cual puso todo al descubierto.

Para poder emitir esta luz de la vida, primero debemos ir a Jesús a fin de tener la vida. Juan 5:40. Una vida de relación con Dios, es una relación de confianza que se traduce por un diálogo en el creyente y Dios. Cuando leemos la Biblia, Dios nos habla. Cuando oramos somos nosotros quienes hablamos.

Amigo y hermano. Entonces nuestra vida resplandece, brilla ante lo que nos rodean mediante una forma de hablar llena de amor, justicia y verdad. ¿Sucede esto en mi vida? así como la luna, refleja un poco de luz del sol, lo que digo y lo que hago ¿muestra un poco de luz de Cristo a lo que me rodean?

Y estas interrogantes son interesantes para hacernos nosotros mismos de manera tal que podemos mejorar nuestro comportamiento si tenemos una relación con Dios cada día.

Que esta meditación, estas palabras hayan sido de bendición para que emanemos de nuestra conciencia y nos hagamos una confrontación del día. El Señor bendiga tu día hasta luego.