El mejor refugio

Palabra Viva
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Episodio 147: El Mejor refugio
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INTRODUCCION

Buen día hermanos, conocidos, amigos y quienes me escuchen.  Bienvenidos a nuestra comunión con Dios. En nuestra meditación hoy la hemos titulado: “El mejor refugio.” Para ello están utilizando dos versículos. Uno en el Antiguo Testamento en Génesis 45:4 y en el Nuevo Testamento en Mateo 11:28.

Génesis 45:4 dice: Dijo José a sus hermanos. Acercaos ahora a mí, yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Y Mateo 11:28 dice: Venid a mí, aquí está hablando Jesús. Jesús dijo, Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

ORACION

Oremos. Padre la gloria en el nombre de Jesús te damos gracias señor, por la vida, por tus bendiciones, santificado sea tu nombre, padre. Y en esta mañana, en este momento padre santo, vemos tu palabra que nos conduce señor, a ver lo que es la reconciliación padre, de un José en un pasado con sus hermanos.

Que tenía que haberse vengado de acuerdo a la naturaleza humana.  Pero él no lo hizo, sino que trabajó perdonándolos, ayudándolos y todo esto fue de acuerdo a la voluntad tuya padre, para redimir para salvar la familia de Jacob. Que era la ascendencia padre a que viniese el mesías Jesucristo.

Te damos las gracias padre, porque tú eres bueno, tú eres el Dios señor de la salvación. Y por ello señor, hoy te solicitamos bendición sobre todos los oyentes en el santo nombre de Jesús, Amén, amén y amén.

MEDITACION

OK. El mejor refugio. Una lectora del calendario cuenta cómo le impacta la historia de José narrada en el Antiguo Testamento. Pienso con emoción en el momento en que encontró a sus hermanos. Ellos lo habían vendido como esclavo, precisamente para deshacerse de él por envidia. Pero cuando volvió a verlos, después de tantos años, se había convertido en el Gobernador de Egipto. El segundo, después del faraón, y en vez de vengarse de ellos, como hubiese podido hacerlo, les abrió sus brazos y les ofreció un refugio.

Acercaos ahora a mí yo soy José, vuestro Hermano, el que vendisteis. Esas palabras tan dulces.  Esta escena me recuerda inevitablemente el día en que Dios, de quien me había olvidado durante tanto tiempo, llamó a la puerta de mi corazón mediante este pasaje del Evangelio. Venid a mí todos lo que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Le abrí y entró sin hacerme ningún reproche.

Ya había oído hablar de él. Pero en el fondo no lo conocía. Descubrí que es un maravilloso refugio para los que lo buscan. José objeto de un complot, anunció la venida de uno más grande que él, Jesucristo. Y en vino por amor y fue traicionado por los hombres.

Amigo y hermano. José pudo salvar de la hambruna a sus hermanos durante algunos años. Pero el señor Jesús nos ha salvado por la eternidad. Lo recibí, le di un lugar cada vez más grande en mi vida. Nunca me he arrepentido de ello y quería compartirlos con ustedes. Que el señor bendiga tu día hasta luego.